¿Qué es el bullying o acoso escolar?
El bullying o acoso escolar se refiere a un comportamiento repetitivo y agresivo que ocurre entre estudiantes. Implica un desequilibrio de poder, donde el agresor busca causar daño físico, verbal o psicológico a la víctima de manera intencional.

¿A partir de qué edad puede empezar a darse el acoso?
El acoso escolar puede comenzar a cualquier edad, pero suele ser más común en la etapa escolar primaria y secundaria. Los niños pequeños pueden experimentar formas más sutiles de acoso, como burlas o exclusiones, mientras que los adolescentes pueden enfrentar acoso más directo y violento.

¿Cuáles son los rasgos del niño acosado?
Los rasgos del niño acosado pueden variar, pero algunos comunes incluyen baja autoestima, ansiedad, miedo de ir a la escuela, cambios en el comportamiento, retraimiento social, tristeza, dificultad para concentrarse o falta de interés en las actividades escolares.

¿Cuál es el perfil del niño acosador?
El perfil del niño acosador también puede variar, pero a menudo tienen rasgos de agresividad, falta de empatía, búsqueda de poder y control, baja tolerancia a la frustración, y pueden estar influenciados por factores como la violencia en el hogar o la falta de supervisión adecuada.

¿Qué signos del niño pueden hacernos sospechar un acoso?
Algunos signos que pueden hacernos sospechar de un posible acoso incluyen la aparición de moretones o lesiones inexplicables, cambios en el comportamiento del niño, como volverse retraído o agresivo, dificultad para dormir o pesadillas, pérdida de apetito, quejas frecuentes de dolores físicos sin una causa médica aparente, y una disminución en el rendimiento académico.

¿Cómo podemos diferenciar una pelea en el colegio del acoso escolar?
La diferencia entre una pelea en el colegio y el acoso escolar radica en la repetición y la intención de causar daño. Mientras que una pelea puede ser un incidente aislado que implica una confrontación física entre dos personas, el acoso escolar implica un patrón de comportamiento repetitivo y un desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima.

¿Es el mismo tipo de acoso el que padecen los niños y las niñas?
El acoso escolar puede afectar tanto a niños como a niñas, pero las formas de acoso pueden variar. Los niños tienden a involucrarse en acoso físico y verbal directo, mientras que las niñas pueden participar más en formas de acoso indirecto, como la exclusión social o la difusión de rumores.

¿Cuáles son las consecuencias del bullying o acoso escolar?
Las consecuencias del bullying o acoso escolar pueden ser graves y duraderas. La víctima puede experimentar problemas emocionales, como depresión y ansiedad, disminución del rendimiento académico, aislamiento social, baja autoestima, trastornos del sueño y, en casos extremos, incluso pensamientos suicidas.

¿Podemos evitar el acoso escolar o bullying?
Si bien no se puede eliminar por completo el acoso escolar, se pueden tomar medidas para prevenirlo y abordarlo. Esto incluye fomentar una cultura escolar positiva, promover la empatía y el respeto, brindar programas de educación sobre el acoso escolar, fomentar la comunicación abierta con los niños y adolescentes, y tomar medidas inmediatas cuando se detecte acoso.

¿Es más común el acoso escolar hoy?
Es difícil determinar si el acoso escolar es más común hoy en día que en el pasado, ya que antes muchas víctimas no lo denunciaban y se consideraba como un problema normal en el entorno escolar. Sin embargo, con el aumento de la conciencia y la atención en la sociedad, ahora se denuncian y se registran más casos de acoso escolar. Además, la tecnología y las redes sociales han creado nuevas formas de acoso que antes no existían.

¿Qué deben hacer los padres y representantes?
Los padres y representantes deben estar alerta a los cambios en el comportamiento y el estado emocional de sus hijos, y estar dispuestos a escuchar y apoyarlos si sospechan que están siendo acosados. También deben comunicarse con los docentes y directivos de la escuela para estar informados sobre la situación y trabajar juntos en la prevención del acoso. Es importante que los padres y representantes enseñen a sus hijos a ser respetuosos, empáticos y tolerantes, y a comunicarse efectivamente para evitar situaciones de acoso o bullying.